¿Qué es el retargeting?
Es una estrategia de marketing, utilizada para «espiar» aquello que el usuario ha buscado o ha mostrado interés en Internet y volver a impactarle más tarde para recordarle otra vez, aquello por lo que se había interesado. Es decir, se basa en tu comportamiento online. Y esto es posible gracias a las cookies. Por lo tanto, es lógico pensar que si un usuario ha mostrado interés sobre un cierto producto o servicio, es más fácil que se convierta en un cliente. De esta forma, ya seas una e-commerce pequeña o grande, las campañas de retargeting pueden aumentar la posibilidad de venta y/o contratación de servicios.
Un ejemplo muy común es cuando haces una búsqueda de hoteles o vuelos para planear un viaje. Al día siguiente, seguro que te ha aparecido un anuncio sugiriéndote ese mismo hotel o vuelo. Plataformas de redes sociales como Instagram y Facebook se están uniendo a esta tendencia de marketing y están contribuyendo a recordarte que no has acabado de planear tu viaje. ¿Y si ya he realizado la compra, que pasa luego? Sencillamente, esa transacción de compra son datos, que pueden ser utilizados para venderlos, en este caso, por una compañía hotelera o una aerolínea a empresas que se dedican especialmente a la recolección de este tipo de datos, para que a su vez, éstos se vendan para otras empresas.
Sin cookies, no hay paraíso.
Efectivamente, las cookies son las grandes protagonistas del retargeting, porque sin ellas sería imposible poner en práctica este tipo de marketing. Ellas son las encargadas de recopilar toda la información de forma que se descarga en nuestro ordenador una cookie que almacena los datos de nuestra búsqueda y nuestros intereses. Esa información es la que luego se vende a empresas que se dedican a la recolección de datos sobre los usuarios.
No obstante, esto no es posible sin el previo consentimiento, que no es más que cuando nos sale la notificación para aceptar las cookies. Este paso, puede ser un inconveniente, ya que los usuarios pueden percibir a la marca que lo práctica demasiado intrusiva y provocar un efecto negativo de la percepción del usuario hacia la marca.
Actualmente, la gran mayoría tiene asimilado que en cualquier página web tiene que aceptar las cookies para poder navegar sin restricciones. Pero sí que se puede disminuir esta sensación negativa de “persecución online” limitando la frecuencia de aparición de los banners retargeting, bajando el número de impresiones, es decir, el número de veces que un anuncio se muestra.
¿Para qué tipo de ventas es recomendable el retargeting?
Seguro que te ha pasado muchas veces, el entrar a un e-commerce, mirar algún producto, ponerlo en el carrito de compra pero finalmente no llegar a comprarlo. Pues en este tipo de situaciones, es cuando mejor funciona la estrategia del retargeting. El banner de retargeting le recuerda al usuario que ese proceso no ha sido finalizado, volviéndole a mostrar los productos y todavía tiene mayor efectividad si el banner se personaliza. Para aumentar aún más la efectividad se puede ofrecer un código de descuento para realizar la compra en un tiempo determinado, creando así, una sensación de urgencia y necesidad que impulsa a la compra final.
El marketing digital tiene muchas armas para poder “perseguir” por la web a los usuarios, extrayendo información de las acciones que se realizan en ella. Por lo tanto, es muy complicado evitar el retargeting, ya que la huella digital (a no ser que seas un especialista informático) no se puede borrar. Pero tranquilo, siempre puedes limitar el consentimiento y ponérselo más difícil al monstruo de las cookies.
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